La administración concursal en el caso de la quiebra de la aerolínea Spanair ha propuesto que los trabajadores de la compañía y Fogasa (el Fondo de Garantía Social) se repartan casi al 50% los doce millones de euros que están disponibles en la tesorería del concurso.
En concreto, la administración concursal plantea que los trabajadores reciban el 48,27 % de los recursos, que equivaldría a 5,79 millones de euros; mientras que Fogasa debería quedarse con el 51,7 % restante, es decir, unos 6,2 millones de euros, según el informe entregado al juzgado mercantil que lleva el caso y al que ha tenido acceso.