El de hoy es un día diferente en la vida del Náutico.
En 108 años de historia, justo en la fecha en que el club desapareció (1909) para resurgir años más tarde, tal vez sea esta la jornada más difícil que la sociedad debe afrontar con la convocatoria de esta asamblea general extraordinaria. Porque el club sigue en quiebra. Estaba herido de muerte cuando en noviembre de 2012 nos hicimos cargo de él gracias a la confianza de los socios, y ahora se encuentra muy tocado. Hay solución, pero solo una. Y depende de los socios.