La empresa de restauración Semon, fundada en Barcelona en los años sesenta por María Vidal Torné, ha sufrido una caída continua del consumo en los últimos años, que le ha llevado a suspender pagos y entrar en concurso de acreedores, una situación que también ha sido provocada por una política de inversiones demasiado agresiva y algunos problemas de gestión.
El concurso de acreedores, que se tramita en el Juzgado Mercantil 6 de Barcelona, afecta a las sociedades Semon y Salmonsemon, y las deudas conjuntas superan los 3,3 millones de euros, la mayoría con proveedores y la familia propietaria, mientras que la banca y la Seguridad Social tienen un peso muy reducido en el pasivo.